Una mujer estaba en la acera de una calle, sola , vacía sin nadie a su alrededor , con unas ganas de llorar sin poder hacerlo , con unas ganas de gritar sin tener siquiera voz , con una herida enorme sin poder sanar , se sentía tan lejos , quería escapar , todo para ella ya estaba muerto incluso ella misma.
Un día apareció un hombre , que solo con verla pocas veces el quiso compartir su vida con aquella mujer , él se acerco un día a ella y entonces le dijo : cuando alguna vez te sientas sola y veas alrededor solo vacio y no puedas llorar , yo estoy contigo , si te sientes triste , y sientas la verdad como una herida , y todo este muerto , yo soy la vida , si no sientes nada , quieres sonreír y no puedes , quieres escapar y estas encerrada , yo soy la puerta , si alguna vez te sientes lejos de todo y quieras volver a encontrarte , yo soy el camino , cuando algún día te sientas mujer y quieras entregar y quieras recibir yo soy hombre .
Así pues el amor de ellos dos perduro eternamente , ya que mutuamente se apoyaban , jamás se dejaban caer , y jamás nadie los podía vencer , solo hay piedras en el camino con las que te puedes tropezar , y si llegases a caer en un oyó , aquel amor , amor verdadero te sacara de él , jamás te dejara ya que para el tu serás la vida.
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